Tres semanas después de la huelga general del 29-S, tres jóvenes, que participaron en un piquete en la Universidad de Sevilla, fueron detenidos a las puertas de sus respectivas viviendas, acusados de atentado contra la autoridad, según informaron a Público tanto los propios detenidos como la Policía Nacional, que busca además a quince personas más por los mismos hechos, según informó el abogado de los detenidos, Luis Ocaña, del grupo de Juristas 17 de Marzo. El coordinador de esta asociación de juristas fue uno de detenidos. (Teletipo de 17-M por estos hechos)
"Yo no agredí a ningún policía", aseguró a Público A.B.T, que se vio sorprendido por dos agentes de paisano cuando salía a comprar el pan. "Me esposaron y me llevaron a comisaría. Hasta las cinco de la tarde no me llevaron a los juzgados". Tanto él como sus compañeros fueron puestos en libertad con cargos en torno a las nueve de la noche.
Para Ocaña, la actuación de la Policía fue "desproporcionada y sorprendente", ya que, a su juicio, podían haberlos requerido "a través de una notificación judicial". El 29-S la policía cargó en el recinto universitario en tres ocasiones. Un policía fue herido y un joven detenido por estos hechos.
Noticia aparecida en Público
Así lo explicó posteriormente A.B.T en un correo electrónico:
Imagina que una buena mañana sales de tu casa a mediodía a por el pan.
Imagina que al salir del portal, dos policías de paisano te abordan, te identifican, te esposan, te detienen y te llevan al calabozo.
Imagina que te pasas 7 horas en un zulo de 7 metros cuadrados, solx y casi sin luz.
Imagina que te enteras de que todo esto te pasa por haber participado en un piquete informativo en una huelga y que te acusan de atentado contra la autoridad.
Imagina que realmente no agrediste a nadie, sino que fuiste tú la que recibió los palos de la policía.
Imagina que esto mismo le ha pasado a dos compañerxs tuyxs en el mismo día, y que están buscando a 15 más para hacerles pasar por lo mismo.
¿Demasiada imaginación? ¿Te suena a una historia de las que te contaban tus viejos sobre el franquismo?
Deja de imaginar. Todo esto es REAL y ocurrió ayer, 21 de Octubre de 2010, en Sevilla.
Si no quieres ser la próxima, piensa, lucha, resiste, sabotea y organízate!
Sigo poniendo sus iniciales porque así me lo pidió, pero poco sentido tiene ya cuando su imagen, tras salir de los juzgados, sirvió para ilustrar la noticia en ABC y posteriormente fue colgada en redes sociales por gente cercana a él.
No es difícil imaginar el caos que se creó durante unas horas en Sevilla. Sobre todo si tenemos en cuenta que esas 18 personas son gente conocida entre sí, cuyo nexo de unión es su compromiso y activismo dentro de los movimientos sociales de la ciudad, que al fin y al cabo, lo forman un grupo de personas no muy multitudinario. Vamos, que al menos todos nos conocemos aquí de vista o de haber tomado una cerveza.
Esto dio lugar a que corriera la voz y la gente se pusiera en aviso. Tan fácil como recapacitar un poco y darse cuenta que las personas que habían sido detenidas, o estaban siendo buscadas, aparecían en diferentes vídeos colgados en internet. Uno en la web de Antena 3 y, al menos, otro en youtube, que intentaba denunciar las agresiones policiales en el rectorado.
Precisamente ese material, junto a las cámaras de seguridad de la Universidad de Sevilla, han servido para hacer el trabajo muy fácil a la brigada de información, encargada de la investigación. No todos fueron identificados el día de la huelga…entonces, ¿cómo llegó la Policía hasta ellos?¿Es casual que todas sean personas de con un claro perfil de activistas sociales?
“¿Maneja la Policía una base de datos de personas que suelen frecuentar manifestaciones u otros actos similares?”. Esta pregunta se la hice a una portavoz policial. “Eso no te lo puedo decir”, respondió.
Yo sí me atrevo a decir que sí es así, y de esta forma se explica que la propia Policía fotografíe y grabe cualquier acto de protesta que pueda ser considerado, como mínimo, de riesgo leve. También explicaría que una de las personas que aparece en esa lista se encontrase en el extranjero el día de la huelga.
Pero algo muy importante de este episodio es que los mismos participantes de la huelga hicieron el trabajo de la Policía, al menos el de la recogida de imágenes. También, y estoy seguro, que incluso se han ahorrado alguna identificación. Hubo gente que subió fotos de la huelga y se etiquetó o etiquetó a otros, seguramente sin pensar en estas consecuencias. ¿Quién puede resistirse a mostrar a todos sus contactos de FB que fue un día de aventuras y rebeldía? De todas formas, si esto no hubiera sido así, seguirían quedando las cámaras de seguridad del recinto universitario.
Desde hace algún tiempo se viene alertando del peligro de las redes sociales en este tipo de casos en particular, y en el de derechos como el de la intimidad y la propia imagen, en general. Incluso hacktivistas han llegado a crear una red social de movimientos sociales, N-1. La idea es una red social, para activistas, que sea más segura. El proyecto desde luego es bueno, pero la adhesión de la gente está siendo lenta.
Conclusiones: las redes sociales, o se usan con responsabilidad y cautela, o mejor no utilizarlas, sobre todo en casos como el de Sevilla. Para los movimientos sociales, aprender a que, aunque hay un clima de tranquilidad en el activismo, que ahora mismo lo hay, la policía sigue ahí, no sé si con alguna finalidad seria o simplemente por ganas de dar un susto. Esto sería muy interesante saber a ciencia cierta.
La única solución que se me ocurre para evitar que durante siete horas te priven de libertad, es acudir a las manifestaciones con el rostro tapado. Pero como ya explicó ya en su día para un reportaje de Público Pedro, de Zemos 98: “Me preocupa cómo vamos a explicar que no queremos que nos graben sin que nos tachen de sospechosos”.
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