Son muchas las críticas que se lanzan sobre la Federación LGTB Colegas, organización nacida a finales de los 80 en Andalucía, y que ha ejercido durante años una cierta hegemonía en el movimiento LGTB de Andalucía. Las principales críticas a este colectivos derivan de sus posturas cercanas al Partido Popular, partido contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo. Como periodista, dejaré ese acercamiento entre Colegas y PP a un lado. Cada uno es libre de arrimarse al árbol que más sombra le da, aunque sus dependencia, que tanto predica, queda en entredicho. Aunque la principal dependencia de estos colectivos, y no sólo Colegas, es la de las subvenciones.
Sinceramente, creo que cualquier colectivo, independientemente de su ideología, puede hacer las cosas bien, y ser de esta forma una institución a tener en cuenta como fuente. Pero no es el caso de Colegas. al menos en los últimos años, en los que a golpe de notas de prensa y oportunos comunicados consiguen hacerse un hueco en los medios de comunicación. Principalmente en los conservadores, cuando toca criticar a otros colectivos o la manifestación del Orgullo.
Pero el espacio mediático que ocupa Colegas, en muchos casos, lejos de ser fruto de un trabajo diario como colectivo, se debe a un buen manejo de las relaciones con los medios y a un inteligente oportunismo no del todo ético, al menos periodísticamente. Obviamente, este colectivo no es un medio de comunicación, pero en su relación con los periodistas, debería primar la honestidad, algo que no ocurre en casos como este que voy a explicar.
El caso del colegio homófobo
La semana pasada elaboré la siguiente información para el diario Público."Rechazado en un colegio por tener padres homosexuales" . Conocí la historia tras la denuncia de los padres en la plataforma Actuable, No fui el primero en dar la noticia, antes lo hizo el portal Dos Manzanas.
Una vez que aparece en Público y Dos Manzanas, es cuando Colegas pasa a la acción y emite un comunicado. ¿Qué fuentes utiliza colegas? Pues Público, Dos Manzanas o Actuable. Según me confirmaron los padres, nadie de Colegas se puso en contacto con ellos. Tampoco Colegas se molestó en indicar en su comunicado que sólo conocían el caso a través de los medios de comunicación. Ni si quiera citaron la procedencia de la noticia, convirtiéndose así en una fuente de primera mano, cosa que no es cierto, ni mucho menos.
Lanzado el comunicado y recogidos por las agencias de noticias, la mayoría de los medios, con contadas excepciones, como El Correo de Andalucía, se limitaron a reproducir el teletipo: "Colegas denuncia un caso de discriminación homófoba".
Así por ejemplo, la mayoría de los medios, ante la incapacidad para contrastar la información, cometen el mismo error. El niño no tiene tres años, tiene dos. En este caso es un error sin importancia, pero demuestra la poca fiabilidad de la fuente. En otras ocasiones sí ha habido errores de mayor calibre, o incluso metiéndose por medio en temas de asesinatos o agresiones, en las que Colegas, ni pintaba nada, ni nadie los reclamó.
Hace bien Colegas en denunciar públicamente, en esta parte no cabe discusión. Pero su trabajo, en este caso, se ha limitado a reproducir una noticia y apropiarse de ella, y lo más grave, sin indicar la fuente o molestarse ni si quiera en contactar con la familia ante de emitir el comunicado. De esta forma la Federación ha conseguido un hueco mediático que luego le servirá para justificar su trabajo y las subvenciones que reciben por ello.
Esta es la forma habitual de trabajar de Colegas, que se ha ganado una confianza de muchos periodistas que, sin duda, no merecen. Un trabajo inexistentes, de mucho ruido y pocas nueces, en el que quieren representar a todo un colectivo que no nos sentimos representados por ellos. Que representen a sus asociados o afiliados, al resto, al menos, que pidan permiso.
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