En huerto ajeno (Post publicado en nachovegas.blogspot.com)
En huerto ajeno es un apartado en la sección de deportes del diario Público en la que personajes ajenos al mundo del deporte escriben sobre éste. El pasado domingo tocó el turno a Nacho Vegas que habló sobre voleibol, bueno, más bien, de sus vivencias en torno al voleibol. Seguro que no deja indiferente a nadie.
He aquí el artículo.
Entre los 10 y los 15 años, practiqué el voleibol, y llegué a ser campeón de Asturias en la categoría de cadetes con mi equipo, el C.V. Jovellanos. Nuestro entrenador en aquella ocasión se llamaba Castro, un tío estupendo al que hoy sigo viendo de vez en cuando en el periódico porque su vida era y sigue siendo este deporte.
Tuve más entrenadores, pero soy muy malo para las caras y no creo que los reconociera si los viera hoy por la calle. Salvo a uno, llamémosle X, al que los demás parecían respetar mucho. Pero entre nosotros se decía que si después de un entrenamiento se ofrecía para llevarte a casa en su coche, habías de tener cuidado porque cuando metía las marchas, la mano se deslizaba de la palanca de cambios a tu muslo con mucha facilidad. Eso se decía, aunque yo no conocí a nadie que me diera un testimonio directo.
El caso es que yo quería que se ofreciera a llevarme a casa en su Mercedes. Lo deseaba con todas mis fuerzas, pero nunca ocurrió. Claro que no se lo podía decir a ninguno de mis amigos. En los vestuarios, eso es cierto, a veces X parecía recrearse mirando algunos cuerpos desnudos y sudorosos mientras se dirigían a las duchas. Supongo que los rumores venían por ahí. Yo también me quedaba mirando a los de mi edad y a otros más mayores, aunque lo hacía con disimulo por la cuenta que me traía. Descubrí que había pollas de todo tipo: gruesas, delgadas, torcidas, circuncidadas, pequeñas, enormes…
Apenas recuerdo a uno o dos de mis compañeros de entonces; como dije, soy malo para las caras. Pero recuerdo, una a una, sus pollas, así que en eso sí que debo ser bueno. Adoro este deporte. Y el voleibol también.
Posdata: Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad. Si algún miembro de los equipos de voleibol, bien en el que juego, bien para el que trabajo, lee este post, que no lo relacione conmigo.
Saludos
2 Comentarios:
Con todo mi cariño:
No es fácil cambiar de casa,
de costumbres, de amigos,
de lunes, de balcón.
Pequeños ritos que nos fueron
haciendo como somos, nuestra vieja
taberna, cerveza
para dos.
Hay cosas que no arrastra el equipaje:
el cielo que levanta una persiana,
el olor a tabaco de un deseo,
los caminos trillados de nuestro corazón.
No es fácil deshacer las maletas un día
en otra lluvia,
cambiar sin más de luna,
de niebla, de periódico, de voces,
de ascensor.
Y salir a una calle que nunca has presentido,
con otros gorriones que ya
no te preguntan, otros gatos
que no saben tu nombre, otros besos
que no te ven venir.
No, no es fácil cambiar ahora de llaves.
Y mucho menos fácil,
ya sabes,
cambiar de amor.
Eso lo dice Ángeles Mora. Y yo, que te quiero ver cerca de mi balcón y de mi lunes y de mi periódico y de mis chistes malos y de tus risas!!!!!
VIVA OLIVIA Y VIVA MI CACHO!!!!
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